Partimos de un volumen muy definido por el planeamiento donde se llega al límite de edificabilidad. Ha sido complicado resolver seis viviendas por planta con tres fachadas útiles y una cuarta en medianera. Obtenemos 31 viviendas de dos habitaciones, una doble y una individual. Las 5 viviendas restantes son de un solo dormitorio, todas ellas en planta baja.

La situación central de las circulaciones nos permite aprovechar la máxima superficie de fachada útil y por tanto de iluminación y ventilación natural para todas las estancias. Los huecos son predominantemente de geometría vertical; es lo más apropiado tratándose de orientaciones a levante y poniente. Las contraventanas baten verticalmente hacia los lados haciendo a la vez de protección solar.

La disposición de las fachadas, una de ellas medianera, nos ha obligado a buscar soluciones creativas en la distribución de espacios y la optimización de la iluminación natural.

Repetimos sucesivamente la tipología repartida a lo largo de las fachadas longitudinales. Situamos escalera y ascensor en el centro de la edificación y los conectamos con un corredor invadido puntualmente por unos volúmenes, que forman espacios más domésticos en el acceso a las viviendas. Cambiamos el color de los volúmenes en cada planta, y proyectamos dos grandes lucernarios que aportan luz cenital en el pasillo, que traspasa los forjados a través de alfombras de vidrio.